María Teresa Ross, de Junaeb, y Rafael Bustos, de Cenabast, salieron de sus puestos por decisión de los titulares de las carteras.
RENÉ OLIVARES Y NELLY YÁÑEZ
En menos de veinte días, dos funcionarios clave de la administración Piñera han sido alejados de sus cargos: María Teresa Ross, de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), del Ministerio de Educación, y Rafael Bustos, de la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), dependiente del Ministerio de Salud.
La versión oficial de la salida de Bustos es que el concurso del Sistema de Alta Dirección Pública no lo hizo elegible para el cargo, por lo que legalmente no podía permanecer en él. No obstante, las razones que aducen fuentes del sector son más profundas. Hacen ver que la distancia entre él y el ministro de Salud, Jaime Mañalich, se hizo insalvable en marzo, cuando el director insistió en que el proceso de "jibarización" de la central, propuesto por el Ejecutivo, era inviable.
La idea del Gobierno es que Cenabast deje de ser un intermediario para las compras de medicamentos en los hospitales en las licitaciones por menos de $40 millones.
Salud selló la salida de Bustos el 20 de abril, aunque recién ahora ésta se hizo pública, a días del arribo del nuevo director, Valentín Alfonso Díaz Gracia, un ingeniero civil retirado de la Armada de Chile, quien asumirá el 1 de junio.
El caso más complejo lo enfrenta la Junaeb. Ayer, el ministro de Educación, Joaquín Lavín, optó derechamente por la intervención del organismo, molesto por el retraso en los pagos de las becas Presidente de la República; por la lentitud en la distribución de la Tarjeta Nacional Estudiantil, para la locomoción colectiva, y por problemas en el programa de alimentación escolar.
El viernes aceptó la dimisión de María Teresa Ross, secretaria general provisional, quien había llegado interinamente al cargo hace seis meses.
La evaluación de su trabajo no fue buena, y así lo reconoció el subsecretario Fernando Rojas cuando admitió que "no es un problema de recursos, es un problema de gestión", y que "por eso hemos aceptado la renuncia".
Reconoció que hasta el jueves no se había pagado ninguna beca Presidente de la República; que el viernes se cancelaron retroactivamente 15 mil, correspondientes a marzo y abril; que ayer el proceso continuó con una cantidad similar, y que restan quienes postularon por primera vez o que están en apelación.
En paralelo, se lanzó una campaña para apresurar la distribución y revalidación de la Tarjeta Nacional Escolar, y se aceleró la nueva licitación del programa de alimentación escolar para el próximo año.
Por lo pronto, Amalia Cornejo asumió como subrogante, mientras termina el proceso de elección del nuevo director tras una postulación que terminó recién hace dos semanas y que culminará con la preselección de una terna o quina por parte del Servicio Civil.
Dos
servicios autónomos de Salud son los únicos sin cambios desde que asumió el actual Gobierno: Fonasa e ISP.
Nueve
meses alcanzó a estar a cargo de la Central Nacional de Abastecimiento, Cenabast, el director saliente, Rafael Bustos.
Dos
subsecretarías han cambiado su dirección bajo la administración de Mañalich: Salud Pública y Redes Asistenciales.
Un año y dos meses de constantes salidas en el Ministerio de Salud
La salida de Rafael Bustos de la Cenabast es una más entre los altos directivos de Salud, que durante los últimos meses han sido sustituidos paulatinamente por la administración del ministro Jaime Mañalich.
Recién comenzaba este Gobierno cuando salió quien había sido nominado al cargo de Superintendente, el economista Vito Sciaraffia, quien no fue elegido dentro de la terna que seleccionó el Sistema de Alta Dirección Pública.
Después, vendría la salida de la ex subsecretaria de Redes Asistenciales, Giovanna Gutiérrez, quien renunció por una suerte de necesidad de imprimir más velocidad al proceso de reconstrucción de la red hospitalaria tras el terremoto. Gutiérrez había sido funcionaria del ministerio durante la administración anterior.
Luego, comenzaron a salir los seremis y jefes de servicios de salud. Existen regiones en las que incluso han sido cambiados tres y cuatro veces estas autoridades, sólo considerando a personeros nombrados por la administración del ministro Jaime Mañalich. Todavía, la mayor parte de estos cargos está en calidad de suplencia.
Tras esto, la otra subsecretaría, la de Salud Pública, también perdería a su titular. Liliana Jadue renunció tras un distanciamiento irreconciliable de posiciones con el titular de la cartera.
Paralelamente a esto, comenzó la renovación de los equipos técnicos al interior de las distintas divisiones del ministerio de Salud, desde donde han salido (también por diferencias de opinión con Mañalich) al menos ocho funcionarios altamente calificados para desarrollar sus labores.
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