El neoliberalismo es más que una política económica, incorpora todos los aspectos del vivir en sociedad. Implica por tanto una política cultural que concibe un tipo de ser humano solitario disociado de su entorno, y cuya única finalidad en la vida es producir y consumir. Su concepción de lo público no es más que la suma de estas individualidades alienadas, en una carrera desbocada por producir y que compiten entre sí. Para esta idea neoliberal, la educación es responsabilidad de cada individuo, de cada familia,no de la Sociedad en su conjunto.
Nuestra visión es completamente diferente. Debemos recuperar la educación pública, definida como aquella que cumple con una misión nacional al servicio de la persona, del bien común y del país. Ella debe ser humanista, gratuita, nacional, laica, social y democrática, apuntando a la formación de un ciudadano pleno e integral y no sólo al desarrollo en el ámbito cognitivo.
La educación pública debe formar en valores como la cooperación, la tolerancia, el respeto por el medioambiente, la identidad y las raíces culturales e históricas
de nuestra Sociedad. Por otra parte la educación pública debe ser democrática, tanto en su sentido, concepción y diseño, como en su gestión, administración, evaluación y normas de convivencia interna, respondiendo a las realidades, necesidades e intereses de toda la población, no a proyectos particulares, sean estos de índole doctrinaria, religiosa, política, social o cultural, que son los que sustentan la educación privada.
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