Un test de cinco minutos puede predecir si un niño va a tener habilidades para las matemáticas en el futuro. Así por lo menos lo indica un estudio de la Universidad de Virginia, que hizo un test a 343 niños en edad preescolar.
La prueba, llamada “cabeza, pies, rodillas y hombros” consiste en que los niños hagan lo opuesto a lo que se les está pidiendo. Por ejemplo, si se les pide que se toquen los pies, los niños deben tocarse la cabeza.
Los puntajes más altos en este ejercicio, según los investigadores, que publicaron su trabajo en la revista Developmental Psychology, son aquellos que controlan mejor sus propios comportamientos, una habilidad esencial para tener éxito en el ambiente estructurado del kinder.
Además, los estudiantes con los mejores puntajes en el test, tuvieron luego buenos desempeños en general, pero mostraron puntajes significativamente mayores que el resto de los niños en matemáticas, no en vocabulario ni en lenguaje.
El consejo de los expertos es ayudar a los niños con ejercicios que los ayuden a controlar su propio comportamiento. Uno de ellos es jugar a “luz roja, luz verde”. Cuando se dice “luz verde” los niños corren a más no poder y cuando se dice “luz roja”, los niños se detienen automáticamente.
La prueba, llamada “cabeza, pies, rodillas y hombros” consiste en que los niños hagan lo opuesto a lo que se les está pidiendo. Por ejemplo, si se les pide que se toquen los pies, los niños deben tocarse la cabeza.
Los puntajes más altos en este ejercicio, según los investigadores, que publicaron su trabajo en la revista Developmental Psychology, son aquellos que controlan mejor sus propios comportamientos, una habilidad esencial para tener éxito en el ambiente estructurado del kinder.
Además, los estudiantes con los mejores puntajes en el test, tuvieron luego buenos desempeños en general, pero mostraron puntajes significativamente mayores que el resto de los niños en matemáticas, no en vocabulario ni en lenguaje.
El consejo de los expertos es ayudar a los niños con ejercicios que los ayuden a controlar su propio comportamiento. Uno de ellos es jugar a “luz roja, luz verde”. Cuando se dice “luz verde” los niños corren a más no poder y cuando se dice “luz roja”, los niños se detienen automáticamente.
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