Tal como se había anticipado, los dirigentes estudiantiles confirmaron hoy su rechazo oficial a la última propuesta educacional del Gobierno, que les entregó el lunes pasado el ministro de la cartera, Felipe Bulnes.
La propuesta fue rechazada de manera unánime por los estudiantes universitarios, agrupados en la Confech, los secundarios (CONES) y el Colegio de Profesores.
Los dirigentes argumentaron que el documento del Ejecutivo tiene un sello ideológico que, en lugar de fortalecer la enseñanza pública, pretende privatizar la educación.
Por este motivo, los estudiantes ratificaron el plazo de seis días –hasta el próximo miércoles– que le dieron al Gobierno para que les entregue un pronunciamiento "claro" y "serio" sobre las principales demandas del movimiento.
También ratificaron que seguirán movilizados y que convocarán a nuevas manifestaciones en los próximos días.
La propuesta del Ejecutivo, de 21 puntos, contempla entre otros aspectos la consagración de la educación de calidad como garantía constitucional y la desmunicipalización selectiva y gradual de la enseñanza pública.
Sin embargo, los estudiantes consideran que las modificaciones planteadas desde La Moneda son insuficientes ya que no reforman el modelo educacional existente, no terminan con el endeudamiento en la educación superior ni avanzan hacia la gratuidad de la enseñanza.
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