El presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE), Jesús Triguero, dijo que parece haber una 'tolerancia preocupante' por parte de la opinión pública respecto a hechos ocurridos en los últimos días, tales como la toma del liceo Barros Borgoño, el lunes, y la forma como estudiantes increparon ayer al ministro de Educación, Joaquín Lavín, en el centro cultural Gabriela Mistral.
Triguero expresó que la toma del liceo Barros Borgoño "emprendida por escolares es inaceptable por perjudicar el normal funcionamiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje, por los daños que ocasionó, y por la utilización de un método violento para promover propuestas y resolver conflictos".
"Estos estudiantes se perjudican a sí mismo con sus acciones, y dañan injustificadamente el patrimonio de la educación pública a la que dicen defender. La razón que los llevó a esta acción no quedó suficientemente clara, y el llamado a diálogo de uno de ellos con posterioridad a los hechos, y difundido por los medios, pareció una burla. Nada justifica lo que hicieron, y alguien debe decírselo", expresó Jesús Triguero.
Con respecto a la situación que enfrentó el ministro Lavín cuando fue abordado por un grupo de universitarios, Triguero expresó que "el insulto no es un medio correcto para el diálogo, menos aún con una autoridad que representa a un gobierno elegido democráticamente. No es la primera vez que se agrede o insulta a un ministro de Educación. Esto debe terminar".
"Toda comunidad democrática necesita de un ambiente de respeto entre los diferentes actores y de una consideración por sus autoridades. Los estudiantes secundarios y universitarios tienen derecho a discrepar, a manifestar sus ideas y a promover sus propuestas y a luchar por ellas; pero es inaceptable que grupos minoritarios de exaltados, que se arrogan la representación de la mayoría, pretendan imponer sus puntos de vista con violencia, faltando el respeto a las personas, generando un mal ambiente y causando daño a las instalaciones y mobiliarios de sus establecimientos", expresó Triguero, quien dirige la federación de colegios particulares subvencionados y pagados, de la Iglesia Católica y laicos o de otras confesiones religiosas.
"Llamamos a todos los actores de la educación a rechazar con fuerza las manifestaciones de violencia de todo tipo, y a pedir que los reclamos y demandas se hagan valer por medios democráticos. Es necesario generar un consenso para que no se continúe deteriorando la sana convivencia en el sistema educacional chileno, y para que todos entiendan lo importante que es cuidar el funcionamiento normal y regular de las instituciones educacionales, para que éstas no dejen de prestar el indispensable servicio que proporcionan a los estudiantes", manifestó.
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