CARTA A LA EDUCACIÓN
Desde ya hace mucho tiempo te nos pareces perdida en los desvanes de aquellos pensamientos que algunas veces solemos tener, sin embargo cuando despertamos nos damos cuenta de que solo fue una idea que por muy justa y dulce que parezca, solo es eso.
Bombardeos masivos de información, medios de comunicación y el conocimiento a nuestro alcance, y así y todo tenemos el sabor amargo al decir que a pesar de nuestra ventaja por el avance de los tiempos, no tenemos aquella tan deseada igualdad de oportunidades, oportunidades que si bien en algunos contados casos suelen dar efecto bajo el argumento de que aquel que tiene ganas sale airoso de los retos que impone el sistema, pero ya este añejo fundamento no es parte de nuestros ideales, el valioso diamante que nosotros perseguimos no es en búsqueda de la caridad de nadie, por el contrario, queremos una equidad en la educación.
Es sabido también que aquel que no se esfuerza no consigue nada en el camino de la vida, pero también es sabido que son muchos los que quedan en el camino por faltas de recursos y por consiguiente cierre de oportunidades. No queremos que aquella cuna de oro tenga una perpetua ventaja por sobre esa pequeña pero humilde cuna de madera, pues, somos todos personas iguales e inteligentes, no queremos tampoco que nuestras palabras volcadas en este papel sean mal interpretadas y que luego de haber leído quede en la conciencia la idea “estos chiquillos creen que todo en la vida es gratis y más aún para todos“. ¡NO SEÑORES¡ solo pedimos que aquel brazo, que nos cobija al nacer y al morir, se responsabilice de nuestra formación académica y como personas, que no sea aquel brazo que nos oprima siendo nosotros hijos de esta tierra tan querida y tan amada.
Queremos ser nosotros los actores principales de nuestra formación y no el tan endiosado dinero. Es una realidad que tenemos la necesidad de gritar hoy y más fuerte que nunca, ese grito que viene plasmado de ganas, tal vez irreverencia, pero proviene desde lo más recóndito de nuestros deseos de igualdad; este grito brotara no solo desde nuestras gargantas, también, de nuestros ideales nuevos y renovados.
Es posible que hoy no exista el apoyo suficiente, pero también es hoy el día en que nosotros tomamos como bandera de lucha nuestros sueños, nuestra ganas por lograr un progreso personal pero también colectivo y es ahí donde comienza a surgir el apoyo y la fuente vital de este PROCESO.
En efecto, tenemos claro que en estos momentos la fuerza es exclusivamente nuestra pero el día de mañana contara con la vuestra. Amparado en los hechos que consideramos, reflejan la realidad nacional.
Es necesario que sembremos la semilla que deje a la educación de hoy en tiempos pretéritos, y nos lleve a un horizonte que anuncie el porvenir, trayendo consigo el ansiado desarrollo que nos sacará del largo letargo del cual no fuimos víctimas ni victimarios, solo espectadores.
Queremos interpretar el pasado, protagonizar el presente y ser los arquitectos del futuro. Algunos lo llamarán utopía, otros dirán que es la efervescencia de la juventud, entonces nosotros preguntamos…. ¿Qué sería de la historia sin idealistas y soñadores?
“Los locos que pensaron que podrían cambiar el mundo, son los que a lo largo de la historia lo han logrado”.
¡No seremos más!… una tropa de máquinas programadas por un sistema que se trata de cuanto tienes y cuanto ganas. Solo queremos ser, estar y crecer en estado de armonía personal y social, que a pesar de las diferencias económicas que puedan existir y seguir existiendo, haya la movilidad social, todos los niños, jóvenes y personas de este país deben ser premiados por sus méritos y no por algún compadrazgo de cualquier índole.
¡ESTAMOS AQUÍ Y AHORA, Y DECIMOS PRESENTE!
“En aras de la evolución de la educación”
Alumnos Liceo Luis Cruz Martínez.
Calama, 26 de Junio de 2011
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