viernes, 27 de mayo de 2011

Chile es el país de la OCDE con mayores desigualdades


Un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) titulado “Panorama de la Sociedad 2011 – Indicadores Sociales de la OCDE”, muestra que la brecha entre ricos y pobres ha crecido de manera importante.

A partir de una medida conocida como el coeficiente de Gini, que mide los países con un coeficiente incluido entre 0 y 1, donde el 0 indica una igualdad perfecta y el 1 indica que toda la riqueza va a un solo individuo, el informe señala las crecientes tasas de desigualdad de ingresos en todas partes del mundo. Entre mediados de los años 1980 a finales de los años 2000, el promedio del coeficiente de Gini de los países de la OCDE aumentó anualmente en un promedio de 0,3 %, y ahora se sitúa en 0,31.

Las altas tasas de desigualdad de ingresos, según el informe, son sorprendentes en países en desarrollo, como Chile y México. Pero los países con niveles históricamente bajos de desigualdad de ingresos han experimentado un aumento significativo en la última década, como Dinamarca, Suecia y Alemania, informó el organismo.

EL CASO CHILENO

Según el informe, Chile es el país de la OCDE con mayores desigualdades entre su población en términos de ingresos, y el tercero en lo que se refiere a la proporción de pobres.

La OCDE destacó que el coeficiente de Gini que mide la desigualdad es en Chile de 0,50, cuando la media de los otros países de la Organización es de 0,31.

La desigualdad de ingresos es particularmente aguda en Chile, donde los ingresos de los más ricos – (el 10% con mayores ingresos) llegan a 25 veces el salario de los más pobres (el 10% con menores ingresos).

Además, un 18,9 % de los chilenos son pobres, una cifra sólo superada por México (que representa un tercio del total) e Israel, y lejos del 10 % en el conjunto de la OCDE.

Los autores del informe relacionaron las fuertes desigualdades de la sociedad chilena con el hecho de que sólo un 13 % de sus miembros dicen tener confianza en sus conciudadanos, cuando la media en el conocido como el “club de los países desarrollados” es del 59 %.

Chile arrastra todavía una mortalidad infantil relativamente alta en este grupo de países, en concreto la tercera más elevada tras Turquía y México con 7 fallecimientos por cada 1000 nacimientos vivos registrados. Sin embargo, el avance en la reducción de esa mortalidad infantil durante la última generación ha sido el tercero más fuerte, con 28 muertes evitadas por cada 1000 nacidos vivos.



¿ENTONCES, PORQUE CHILE EN LA OCDE?


Como lo expresó José Angel Gurría Treviño, secretario general de la OCDE, durante la ceremonia que marcó la entrada de Chile en el círculo cerrado de los países desarrollados, “para Chile, representa el reconocimiento internacional de casi 20 años de reformas democráticas y de políticas económicas sólidas. Para la OCDE, marca un hito en su misión de construir una economía global más fuerte, más limpia y más justa. La “vía chilena” y su experiencia va a enriquecer la OCDE sobre cuestiones de política clave, Chile ha mantenido un continuo esfuerzo para reformar su economía. Esta experiencia será muy valiosa a la OCDE cuando buscaremos soluciones a problemas como la desigualdad o el desarrollo de sistemas sostenibles de pensiones”.

Treviño añadió “Chile ha hecho progresos impresionantes en la lucha contra la pobreza, aunque se necesitan más esfuerzos. Gracias a las reformas sin precedentes realizada en los años 80, tiene un sistema de pensiones privado que ha inspirado a otros países en el mundo. Cuando la crisis estalló en 2008, las prudentes medidas fiscales que había tomado en Chile han dado libertad de acción para apoyar la demanda y el empleo”.

Por lo tanto, no es difícil de entender que el criterio para entrar “en el club de los países ricos” era el grado de neoliberalismo que expone la economía nacional, sin preocuparse de otros factores que ponen de relieve las deficiencias de estas políticas. Entre estos se puede citar los salarios, como es el caso en este informe, sino también la educación y la salud.

No es necesario preguntarse por qué Chile entró en la OCDE, el país fue el laboratorio de las políticas neoliberales, elaboradas por los países miembros, desde los años 1970.

Por Nicolás Loonis

El Ciudadano

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