viernes, 4 de mayo de 2012

El millonario robo del Crédito Corfo: Más de 100 mil ex estudiantes viven acosados por los bancos


“Somos el origen del lucro en el sistema universitario”, señala Cristián Villagrán, coordinador de la Agrupación de Estudiantes Estafados por el Crédito Corfo. La iniciativa de préstamo estudiantil surgió el ’97 como la única opción para los universitarios que no podían pagar sus estudios y hoy persigue a los endeudados llegando a multiplicar hasta cuatro veces el pago total de los préstamos.
Los últimos meses de movilizaciones estudiantiles han logrado situar en el debate público las serias consecuencias de endeudamiento que puede acarrear el acceso a la educación superior en Chile. Sin embargo, ha sido hasta ahora el Crédito con Aval del Estado –creado bajo el mandato de Ricardo Lagos Escobar- el mecanismo que ha concentrado las críticas y preocupación de las autoridades, dadas sus altas tasas de interés y filtros discriminatorios para los estudiantes de diversas instituciones.
No obstante, la historia del endeudamiento universitario debe remontarse a 1997 y el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, cuando el Crédito Corfo de Pregrado se ofreció a miles de familias que no podían costear estudios superiores para sus hijos. De esta forma, “surgió como una iniciativa con fondos públicos intermediados por los bancos, igual que el Crédito con Aval del Estado”, argumenta Cristián Villagrán.
Las condiciones de interés y pago del Crédito Corfo serían, sin embargo, mucho peores que las del vapuleado CAE: tasas que alcanzan el 9% de interés, pago en UF e inexistencia de cuota contingente que adecúe los pagos al ingreso de los deudores. “Se paga lo que te fija el banco”, declara Villagrán.
Hoy, como aseguran cifras de Corfo, son alrededor de 106 mil las familias afectadas por las deudas, pero Villagrán asegura que la agrupación tiene datos que duplicarían la cantidad de deudores. Éstos, además de estar sobrepasados por los débitos, están sufriendo la persecución judicial de los bancos, que ha terminado con embargos y remates.
La situación ya ha sido denunciada por la Agrupación de Estudiantes Estafados por el Crédito Corfo, que reúne y organiza a deudores de distintos lugares de Chile y ha contado con el apoyo de diversos dirigentes estudiantiles, entre ellos, la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de ChileCamilla Vallejo, quien escribió hace unos días una columna dedicada a analizar esta problema. “(son) 100 mil familias que están hoy día con la soga al cuello, que viven con la angustia de ser esclavos de una deuda que jamás podrán pagar; que se han dado cuenta que la tan anhelada movilidad social se convirtió en un verdadero retroceso y estancamiento económico”, argumentó Vallejo respecto a la situación de los deudores.
“ESTAMOS HABLANDO DE UNA DEUDA BRUTAL”
“El año 2003 quedé en la universidad. Mis padres, al no tener cómo pagar, tuvieron que solicitar el crédito al Banco del Desarrollo -ahora Scotiabank”- relata Jacqueline Torres, miembro y una de las voceras de la Agrupación de Estudiantes Estafados. “Investigué y supe que la Corfo entrega el dinero a los bancos –subsidio- y el banco actúa como intermediario. Mi carrera costaba aproximadamente 5 millones de pesos. La Corfo le entrega al banco esa suma de dinero y el banco paga a la universidad. Sin embargo, ellos cobran comisiones, deducciones, reajustes y obligan a las personas a abrir cuenta vista y chequera electrónica -es la única alternativa para acceder al crédito, de otro modo no lo otorgan-. El plazo de pago es a 15 años”, describe.
Torres argumenta que tuvo que firmar el crédito cuando apenas tenía 19 años, “sin saber en lo que me estaba metiendo por ignorancia y mala información”. Pese a que en el banco sólo le comentaron las bondades del préstamo, resultó ser “una real estafa, porque ahora, a los 27 años, no puedo acceder al subsidio habitacional ni pedir créditos para dejar la casa de mis padres. Mi padre tuvo un infarto hace cinco meses y nunca hicieron valer el seguro de desgravamen, salí hace tres años de la universidad y no hicieron valer el período de gracia, tengo que seguir pagando hasta el 2018 una cuota de $72.000 mensuales. Si no pago, nos rematan la casa de mis papás”.
Desesperada en su relato, Torres asegura que es ella quien sostiene la casa de sus padres –ambos enfermos y de avanzada edad- y que “del banco llaman todos los días para amenazar de embargo, ya no sé qué hacer”.
El testimonio de Marcos Hurtado, periodista de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, coincide con la desesperación de Jacqueline. “Desde un principio me sentí vulnerado, pero tuve que tomar el crédito porque mis papás no me podían pagar la universidad y tampoco calificaba para un crédito estatal o beca, pues tuve la “desventura” de tener a mis dos padres profesionales, lo que me quitaba prioridad por considerar el Estado que eso los hacía pudientes. Mis papás son profesores de escuela municipal, no doctores, así que comprenderás que, si bien la situación no es mala, tampoco da para pagar un arancel universitario, menos si a eso le sumas lo que pagan por el colegio de mi hermana”, cuenta.
“Cada año debía reunir una serie de papeles para pedir el crédito, era un martirio porque, además, a mi mamá cada año le iban pidiendo más requisitos, como por ejemplo, abrir una línea de crédito o una cuenta corriente. O sea, la idea era amarrar al Banco Estado. Ahora, y luego de haberlo pedido por última vez el año 2009, la deuda alcanza a 12 millones, siendo que el año pasado era de 11 y no ha habido mes en el que no paguemos”, describe Hurtado.
Para el periodista resulta lamentable estar pagando un crédito cuya cuota sube cada día más. “No gano un mal sueldo y con lo que hay que pagar durante al menos 15 años más alcanza demás para pagar el dividendo de una casa o de un auto, y esto último me violenta, pensar que por estudiar tenga una deuda que supera el precio de un auto de lujo”, señala.
Villagrán asegura que las víctimas del crédito Corfo son mayoritariamente personas que pertenecen al tercer quntil. “Este crédito fue tomado por gente que no tenía cómo acceder a la educación superior y hoy están pagando tres ó cuatro veces su deuda”, detalla. “Un ejemplo: Una persona que solicitó el crédito durante sus 5 años de estudio, con una deuda de 15 millones va a terminar pagando 45. Estamos hablando de una deuda brutal”.

fuente: el ciudadano.cl

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